martes, 30 de noviembre de 2010

MI AVENTURA DE SER DOCENTE

Una aventura siempre está llena de riesgos, alegrías, temores, tristezas, drama, y demás situaciones, que al enfrentarlas generan diferentes estados de ánimo y acciones en quien las vive.

Mi propia experiencia aunque corta ha sido intensa, muy gratificante cuando pienso en ella, pero he vivido situaciones de  verdadero temor, angustia, desesperación, coraje, etc. Al analizar esas situaciones me doy cuenta de que existe una característica que me ha ayudado a salir de todos esos conflictos, me refiero a los valores, gracias a los valores que adquirí en casa y en mi escuela he podido hablar de frente, pedir perdón, dar explicaciones, decir me equivoqué, volver a empezar,  trabajar duro,  estudiar, respetar otras ideas,  valorar a las personas, ignorar a quienes no valen la pena, cerrar oidos y ojos para no caer en provocaciones, abrirlos para ver más alla de lo perceptible, ayudar a quien lo necesita, comprender, crear amitasdes y conservarlas, etc.

Hay momentos difíciles, ya no tanto como al principio, pues ahora sé que con empeño y trabajo, dando lo mejor de mi, obtendré buenos resultados, sin embargo esos momentos difíciles llegan par hacerme ver que aun tengo mucho que aprender, que puedo dar más, que la vida no es plana, que tenemos que aprender a vivir  dentro de sus diversas formas, y que tenemos que enseñar a las generaciones que vienen que las formulas sirven solo para resolver algunos problemas, pero los demás, los debemos resolver usando el pensamiento y el corazón.

Comentario a  partir del texto:

La aventura de ser maestro
José M. Esteve
Universidad de Málaga

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